La Baraja Gitana I – Historia

La adivinación fue una parte integral de la vida del pueblo en Rusia, especialmente, antes de 1927. Durante la semana decían la buenaventura, mientras que el domingo iban a rezar a la iglesia. 
En la casa todo el mundo participaba. Alguien echaba las cartas, mientras que el resto de la familia, o los amigos, se sentaban alrededor de la mesa, escuchando y dando su opinión. Era un tiempo en el que todavía no habían aparecido los juegos de mesa o las sesiones de encuentro. A todos les gustaba que les dijeran la buenaventura, porque era un momento en el que podían concertrarse en ellos mismos, hablar de sus sentimientos o frustraciones y preparar planes para el futuro.
En general era un tiempo de alegría en el que todos participaban. La gente creía en las predicciones, pero no se dejaba controlar por las mismas, ya que el libre albedrío individual y la intervención de Dios podían cambiar cualquier situación. Esta actitud abierta del pueblo ruso hacia la adivinación y el mundo psíquico, ha continuado hasta el día de hoy. 
En la sociedad occidental, el pueblo ha intentado también comprender las múltiples fuerzas que existen dentro y fuera de cada uno de nosotros. Se han desarrollado así áreas de especialización. La astrología, la numerología y quiromancia se dedican a la interpretación de las fuerzas externas, mientras que, la psicología y la interpretación de los sueños intentan descifrar la mente interior o subconsciente. 
Las cartas surgen del aspecto gitano del folcklore ruso y son una mezcla de símbolos sacados de la naturaleza, el mundo animal y el cristianismo. Provienen del suroeste de Rusia, lugar en el que vivían los gitanos. Este área se encuentra en la proximidad de numerosas civilizaciones: la europea, eslaba, bizantina, islámica, hindú, griega, romana y egipcia. Por eso los símbolos en las cartas tienen un aspecto universal. 
Las cartas vienen de una época en la que los seres humanos se encontraban mucho más cerca de la naturaleza. Su entorno, el sol, las estrellas, los bosques, los animales salvajes y domésticos eran una fuete de protección y conocimiento que les ayudaba a sobrevivir. En las sociedades urbanas de la actualidad, hemos perdido el contacto con la naturaleza y con nuestros instintos primitivos. Sin embargo, según el mundo se va superpoblando y polucionándose, nos damos cuenta de que no podemos ignorar la naturaleza. No formamos una entidad diferenciada, sino que somos una parte vital de la tierra. Las imágenes en las cartas son símbolos de fuerzas naturales, que podemos aprender a manejar para nuestro provecho. Mientras que las cartas nos son útiles para resolver nuestros problemas personales, también nos guían hacia una bien común.

Estos textos han sido recogidos del libro LA BARAJA GITANA, escrito por Svetlana Alexandrovna Touchkoff.

Deja un comentario

Radio Wicca